Te levantas,
desayunas, vas al trabajo, trabajas, y el DIA (sí, en mayúsculas) empieza cuando
empiezan las clases de salsa, bachata, rumba, afro, estilo, pasos libres…
El resto de horas,
son horas muertas, horas de relleno, horas de trámite hasta que llegan las
ansiadas clases o llega lo mejor de la semana: la sesión de salsa.
En esas horas
restantes vagamos por el mundo siendo otras personas. Somos serios, vamos con
traje, portátiles, gafas delante de la pantalla del ordenador… visitas,
reuniones, llamadas, viajes, estrés, trabajo, trabajo, trabajo…
Vuelves en metro,
en coche, en moto, a casa. Con prisas te diriges a cerrar ese mundo gris en el
que no hay tumbadoras, ni bongos, ni timbales, ni percusión que guíe tus pasos.
Sólo existe la urgencia de llegar a nuestro destino.
De repente, sales
de ese mundo afligido en el que todos estamos inmersos. Algo llama tu atención.
Sucede algo inesperado que te desubica y te paraliza por momentos: es un cruce
de miradas que cortocircuita todo tu sistema operativo. Buscas rápidamente en
el cajón de tu memoria pero sin saber por qué intuyes que esa mirada es
familiar y que no es la primera vez que tus ojos se cruzan con los suyos.
Sin poder
controlarlo, notas como la fina línea de tus labios se arquea dibujando una
leve sonrisa. Te ruborizas…
Pero ¿por qué? No
lo sabes, pero notas que lo estás haciendo y ella se está dando cuenta.
Continuas
explorando en tu interior, cada vez con más premura. No sabes por qué, pero
estás completamente seguro que has compartido algo con ella.
¿Le digo algo?
Debería hacerlo, ¡¡pero no puedo!!
Te das cuenta que
el mundo se ha detenido a tus pies. No importa lo que pase alrededor. La gente
camina sin presenciar la escena, No existe para ellos, sólo la percibes, la vives, la sientes tú.
Hasta que por fin
notas como un escalofrío recorre todo tu cuerpo: sí, es ella, ella es la chica
con la que bailé la mejor bachata de la noche.
Despiertas de tu
letargo y descubres que ella se ha ido.
No importa, sabes
dónde encontrarla, sabes que podrás verla nuevamente allí: en la sala 2, la
sala de Bachata.
Dio Club, las sesiones de prácticas de la escuela Seven Dance.
Visítanos www.sevendance.com o www.dioclub.com
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Genial Nuria no podía parar de leer hasta el final lo proximo un libro con el mismo tema triufarias
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