Dedicado
al gran maestro Peret, precursor de la rumba catalana y vecino del barrio de Gracia, como Dio Club.
Cuando
he mencionado alguna vez en ambientes no salseros algo sobre “rumba cubana”,
incluso en ambientes salseros también, me han mirado con una cara de “¿qué dice esta loca si la rumba es
flamenca??” “no me extraña, con tanta salsa está obsesioná”
Señores,
señoras el baile, el lenguaje, la vida se van reinventando y van cambiando. ¿¿O
acaso no evoluciona el lenguaje con las diferentes influencias que recibe?? Se
crean nuevas palabras, acrónimos, abreviaturas, anglicismos, palabras que se
dejan de utilizar… con el baile pasa igual.
De los intercambios comerciales que hubo en el siglo XIX entre los puertos de Cádiz, Sevilla y La Habana, hubo como consecuencia la fusión de ritmos afro-cubanos (como el son, la guaracha y el guaguancó) con el flamenco. Esto derivó en rumba cubana y rumba flamenca dando lugar a diferentes estilos/palos como la rumba catalana.
De los intercambios comerciales que hubo en el siglo XIX entre los puertos de Cádiz, Sevilla y La Habana, hubo como consecuencia la fusión de ritmos afro-cubanos (como el son, la guaracha y el guaguancó) con el flamenco. Esto derivó en rumba cubana y rumba flamenca dando lugar a diferentes estilos/palos como la rumba catalana.
Con
todo esto quiero rendir un homenaje a Peret y a todos los que han enriquecido,
luchado y vivido por lo que nos hace vibrar: la música y el baile!
Lo normal
El sábado pasado, justo nada más abrir la sesión de Dio Club, se me acercó un hombre, al que no había visto nunca y me preguntó:
“¿¿El taller que van a hacer ahora es de salsa normal??”
Aunque por fuera aguanté estoicamente en pose muy digna, por dentro pensé “¿¿¿¿cómo?????” con ojos como platos, boca abierta y cuerpo totalmente paralizado (emoticono de ojos totalmente abiertos y gotilla resbalando lentamente por el lateral de mi cara).
Se me ocurrieron miles de respuestas que podían dejarlo sin palabras, pero de forma espontanea y educada le pregunté “¿qué es salsa normal?” a lo que el hombre me contestó, todo acalorado y alargando la “erre” al decir la palabra “normal”, como si de una “erre geminada” se tratara, dando así un tono más contundente a su respuesta: “pues salsa, salsa normal, la salsa que se baila de forma normal sin tener que dibujar obligatoriamente una línea!”
En esos momentos miré alrededor, mi mente iba a mil por hora buscando información relacionada con lo que estaba pasando. No sabía si era una broma, si me estaban grabando o si iba a salir alguien en cualquier momento diciendo “¡¡Inocente!!”, pero nada de eso sucedió, no había cámara oculta alguna, ni nadie que quisiera ponerme en una situación embarazosa. Sí, la realidad siempre supera a la ficción.
El sábado pasado, justo nada más abrir la sesión de Dio Club, se me acercó un hombre, al que no había visto nunca y me preguntó:
“¿¿El taller que van a hacer ahora es de salsa normal??”
Aunque por fuera aguanté estoicamente en pose muy digna, por dentro pensé “¿¿¿¿cómo?????” con ojos como platos, boca abierta y cuerpo totalmente paralizado (emoticono de ojos totalmente abiertos y gotilla resbalando lentamente por el lateral de mi cara).
Se me ocurrieron miles de respuestas que podían dejarlo sin palabras, pero de forma espontanea y educada le pregunté “¿qué es salsa normal?” a lo que el hombre me contestó, todo acalorado y alargando la “erre” al decir la palabra “normal”, como si de una “erre geminada” se tratara, dando así un tono más contundente a su respuesta: “pues salsa, salsa normal, la salsa que se baila de forma normal sin tener que dibujar obligatoriamente una línea!”
En esos momentos miré alrededor, mi mente iba a mil por hora buscando información relacionada con lo que estaba pasando. No sabía si era una broma, si me estaban grabando o si iba a salir alguien en cualquier momento diciendo “¡¡Inocente!!”, pero nada de eso sucedió, no había cámara oculta alguna, ni nadie que quisiera ponerme en una situación embarazosa. Sí, la realidad siempre supera a la ficción.
Ante tales argumentos de
peso, similares a “la salsa que bailo yo” y yo añadiría (“¡y punto!”) me dio
que pensar en la naturaleza humana. Sí, todos somos así, lo normal es lo
nuestro, lo que hacemos nosotros y cualquier cosa diferentes es lo raro, lo
anormal, incluso lo mal hecho. Todos en un momento o en otro elevamos lo
nuestro, lo que hacemos nosotros, a la categoría de “universal” o de “verdad
absoluta” y lo hacemos sin darnos cuenta que estamos menospreciando el resto de
“verdades universales”.
La salsa recibe a lo largo
de la historia influencia de diferentes estilos musicales de distintas
procedencias ¿no es salsa lo que se baila en Cuba, en Nueva York o en Puerto
Rico?
Está bien defender lo nuestro,
pero en la fusión, en el cambio, en la creatividad, en el atrevimiento está la
evolución y está claro que todo cambia, hasta nosotros mismos.
De todos modos, retomando el inicio de la historia, a pesar de ser un taller de salsa “anormal”, “extraterrestre” o de “otro planeta”, el hombre hizo el taller…. Sí señor, hay que abrir horizontes… :D!!
De todos modos, retomando el inicio de la historia, a pesar de ser un taller de salsa “anormal”, “extraterrestre” o de “otro planeta”, el hombre hizo el taller…. Sí señor, hay que abrir horizontes… :D!!
Eso sí, desde aquí pido
públicamente: por favor, avisarme cuando haya un taller de salsa anormal.
¡Gracias!
Dio Club, las sesiones de prácticas de la escuela
Seven Dance.
Visítanos www.sevendance.com o www.dioclub.com
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