miércoles, 24 de octubre de 2012


¿Por qué es tan buena?
1. Ayuda a bajar de peso. La nutricionista Adriana Steveens la recomienda como programa complementario de acondicionamiento físico contra el sobrepeso y la obesidad. "Es una manera divertida de perder calorías porque no se convierte en una práctica aburrida gracias a los variados estilos de este género musical, que resultan entretenidos para quienes no soportan los gimnasios o ejercitarse con máquinas", sostiene. Si se acompaña con un óptimo programa nutricional, "en el que se controlen la ingesta diaria de calorías de acuerdo con las necesidades alimenticias de cada paciente, se comprobará una reducción de peso y medidas corporales a medida que avanzan las clases", asegura.
2. Combate emociones negativas como la tristeza y la rabia. Esta es una verdadera terapia liberadora; los efectos emocionales se notan desde la primera clase. "En Europa se enseña con éxito este ritmo porque uno de sus mayores atractivos, como el de los otros bailes afrocaribeños, es que permite tocarse, una práctica que no es tan usual, curiosamente, a pesar de que somos seres hechos para entrar en contacto, socializar y estar en pareja", apunta Cuervo, especializada en terapia corporal.
3. Sirve como entrenamiento cardiovascular y, a frecuencias cardiacas moderadas, permite también quemar calorías (entre 400 y 1.600 en una clase de una hora). La salsa, además, es un baile que aleja el sedentarismo y pone en funcionamiento músculos, articulaciones y ayuda a moldear el cuerpo. Como se trabaja el eje corporal, mejora la postura (involucra los músculos de la espalda) y además desconecta de los afanes de la vida diaria.
4. Contribuye a aumentar la capacidad respiratoria. "La resistencia se mejora y en niveles más avanzados exige más esfuerzo físico", dice el profesor de baile Rolando López.
5. Sirve para confrontarse consigo mismo. Al bailar salsa se vive un momento íntimo de honestidad. Es como un baile de poder en el que el hombre guía (no necesariamente siempre), aborda, invita, y la mujer accede; mientras ella coquetea, él conquista. Es la danza del cortejo.
6. Buena para vencer la timidez. ¿Han visto cómo camina una persona triste o deprimida? Con la cabeza gacha y como si tuviera joroba, a diferencia de quien aprende a reconocer su cuerpo y valorar su salud emocional. "La salsa ayuda a ganar seguridad en un escenario y en la vida. La gente se ve y se siente más feliz", sostiene Cuervo.
7. Trabaja el equilibrio, la coordinación y la memoria. Uno de los retos de este baile es aprender disociación corporal: mover los pies y los hombros a la vez, por ejemplo, y también hacer ondulaciones y vibraciones.

lunes, 15 de octubre de 2012

Mejor actitud frente a la vida.
Bailar salsa puede servir como una manera de plantearse diferente frente a las situaciones de todos los días. Esto suena muy ambicioso, sin embargo es preciso reconocer que bailar ayuda a cambiar la mentalidad en sentido positivo. Lo ideal sería bailar salsa de manera regular, de esta manera y gracias al contacto social, podrá desarrollarse un mayor positivismo frente a los problemas cotidianos y ser, consiguientemente, más feliz. Esto se debe a que el humor mejora. Para hablar con propiedad es posible decir que el baile mejora la actitud y una actitud positiva, cambia la vida.

Hacer nuevas amistades.
En cuanto a ambiente social se refiere, puede con toda seguridad afirmarse que bailar salsa es un ámbito perfecto para encontrar y afianzar nuevas amistades. Esto no sucede de igual manera cuando se sale a un bar o a una discoteca cualquiera, ya que los intereses por los cuales se entablan las conversaciones en estos lugares, casi nunca coinciden o no son tendientes a relaciones duraderas. El bailar salsa brinda esta posibilidad de hacer amigos, porque las personas que se están relacionando en el baile, definitivamente tienen algo en común y comparten intereses y temas de conversación. Al bailar salsa, se produce una relación amigable, simple, desinteresada, tal es así que puede bailarse con muchas personas en la misma noche sin que sea mal visto y sin rencores por parte de nadie. Así se van formando grupos cuyos miembros generalmente siguen relacionándose fuera de la pista de baile.

Conocer a alguien especial.
Es preciso reconocer que las mejores parejas son aquellas en las que ambos miembros pueden disfrutar de las actividades que realizan. Compartir gustos e intereses parece ser la base para el éxito de una relación amorosa. Nada mejor que poder compartir esa actividad tan agradable desde el comienzo de la relación. Bailar salsa es un modo fácil, sencillo y sumamente eficaz para conocer a alguien especial con quien entrar en sintonía. Simplemente pueden cambiarse las incómodas primeras citas por algo mucho más divertido y casual: ir a bailar salsa. Además, como un agregado, muy probablemente esa persona esté en muy buen estado físico y tenga muy buena presencia.

Aumentar la estima personal y la confianza.
El ir a bailar salsa es una actividad recomendable especialmente para aquellos que más sufran de timidez. Al momento de comenzar a interactuar con las personas que frecuentan este ambiente, se descubrirá que la “comunidad salsera” es muy amigable y abierta. Desde el comienzo, todos pueden sentirse bienvenidos y a medida que se vaya aumentando el aprendizaje del baile, cada vez la situación será más divertida, vivaz y energizante. Además, una de las consecuencias más básicas de bailar salsa, es el aumento de la confianza en uno mismo. A medida que se aprende a bailar, se aprende también a disfrutar el hecho de ser observado, admirado en la pista de baile. El sentimiento de éxito y seguridad que se va desarrollando en la pista de baile al momento de bailar salsa, se traduce luego, inevitablemente, a la vida personal, laboral, cotidiana.